miércoles, 31 de agosto de 2011

lunes, 29 de agosto de 2011

Mi 1ª incursión en el mundo del strobist

"Fotografiar es pintar con luz".

Y para poder pintar con luz, es necesario saber controlar esa luz, algo que puede parecer trivial en un principio, pero que cuando te imbulles en el mundo de los flashes de zapata, te das cuenta de que no lo es en absoluto.

Reconozco que durante mucho tiempo los flashes han sido mi asignatura pendiente. Prefería utilizar un objetivo más o menos luminoso o un mayor tiempo de exposición (utilizando trípode) para poder aprovechar hasta el más ínfimo ápice de luz del ambiente. Todo por no tener que hacer uso del artificial flash de zapata.

Pero estas vacaciones he decidido enfrentarme a mi Metz, acompañándolo de un nuevo "hermanito" de andar por casa (un Yongnuo manual) y empaparme sobre las nociones básicas de potencias de iluminación, difusores, la inversa del cuadrado de la distancia, luces de relleno, reflectores y demás viandas.

Todavía me queda mucho por aprender, pero tras la 1ª prueba de mi estudio "casero" con un modelo inmejorable, las ganas están más que renovadas. Ahí va un pequeño aperitivo.